martes, 25 de agosto de 2009

miércoles, 12 de agosto de 2009

Museo de las Almas del Purgatorio, un lugar entre el Cielo y la tierra

Estamos en Roma, una ciudad llena de historia y de obras de arte conocidas en el mundo entero. Pero muy pocos conocen este pequeño museo dedicado a las almas del Purgatorio.



Está a orillas del Tíber, en la única iglesia de estilo neogótico que hay en Roma. Se trata de una de las colecciones más originales de la ciudad eterna.


El padre Jouet, primer párroco de esta iglesia, se dedicó a difundir la devoción a las almas del Purgatorio. Por eso decidió recorrer Europa en busca de testimonios sobre las visitas que las almas del Purgatorio hacen a los vivos para pedirles oraciones.

Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio
El museo del Purgatorio, como acertadamente se le llama, es la colección de documentos sobre apariciones en toda Europa de las almas del Purgatorio que pedían oraciones.

Así se puede ver la marca de fuego que dejó la difunta Palmira Rastelli, en 1871, sobre un libro. Con esta aparición pedía que se ofrecieran varias Misas por su alma. O este otro objeto, se trata de la huella de la mano de la difunta Luisa LeSenèchal en el gorro de noche de su marido. Le visitó en 1875 para pedirle que rezara por ella.

Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio

Nuestro hermano recogió todos estos testimonios para difundir la devoción a las almas del Purgatorio. Esto es, la oración por aquellos que están en el Purgatorio y que todavía no pueden entrar en el cielo.

Este es el objetivo del museo: reavivar la antiquísima tradición cristiana de rezar por las almas de los difuntos que tienen que purificarse antes de entrar en el cielo. Una devoción acogida por la Iglesia que nada tiene que ver con fenómenos extraordinarios o paranormales.


Padre Mario Di Ianni
Misionero del Sagrado Corazón del Sufragio
Muestra objetos personales que no interfieren para nada en la fe. Creemos en el Purgatorio porque es un dogma de fe. Estos documentos ni la aumentan ni la disminuyen. Pero nos recuerdan la realidad del Purgatorio y de las almas que habitan en él. Esto es lo importante.

Un pequeño museo en memoria de aquellos que todavía no pueden ver al Señor y que agradecen una ayuda.